¡Hola a todos!
Quiero hablaros de los relatos de parto. Esos relatos en los que la madre, explica su experiencia vivida en el parto, sus emociones, sensaciones, cómo pasó todo.
Estos relatos de parto son muy importantes para la madre que los explica ya que verbaliza su experiencia y, al expresarla, vuelve a ponerse en contacto con lo vivido ya sea una experiencia positiva o negativa. Esto puede ser liberador en muchos casos, puede crear cierto dolor en otros dependiendo de lo que hayamos vivido. Pero siempre va a servir para “sanar” nuestra experiencia de parto o el inicio de la maternidad.
También es muy importante para el profesional que acompaña a esta madre ya que nos da mucha información del momento en el que se encuentra, nos ayuda a descubrir qué emociones, sensaciones, percepciones tiene sobre lo vivido, si ha existido o no violencia obstétrica, si ha sucedido algo que la desestabiliza en el posparto, etc.
Y lo más importante es que, el relato de parto, nos puede ayudar a PREVENIR y CONOCER EL ORIGEN de ciertas enfermedades relacionadas con la salud mental perinatal como la depresión, ansiedad o la evolución de pensamientos intrusivos (pensamientos negativos de la madre que aparecen de manera involuntaria y se convierten en persistentes dando lugar a emociones y sensaciones negativas muy intensas), entre otros.
¿Y los padres?
También tienen sus relatos de parto y es muy importante escucharles, dar espacio a lo que han vivido en el parto (positivo y negativo) ya que, en muchas ocasiones, salen muy impactados de su experiencia.
El parto es una oportunidad de oro, para que muchos padres puedan empatizar con la madre, con lo que siente, para hacer piel con piel como ella (que también es muy importante), para “reconocer a su hijo” y empezar a desbordar oxitocina la cual también está presente en los padres y en grandes cantidades. De esta manera, también empezará el vínculo padre-bebé.
Como decía en el párrafo anterior, la experiencia de presenciar y colaborar en el parto, puede ser positiva o negativa. En cualquier caso, relatar el parto y su experiencia le va ayudar a expresar sus emociones, sentimientos y percepciones como en el caso de la madre. Pero es posible que la experiencia negativa le haya generado un estado de shock y que haya vivido alguna situación con su bebé en la que, incluso, no haya estado presente la madre. O que la madre haya tenido problemas en el parto. Estas situaciones son muy difíciles de gestionar y si no se verbalizan, si no se les da espacio, pueden generar problemas emocionales posteriormente. Por otro lado, estas vivencias pueden influir en cómo este padre gestiona la colaboración en un parto posterior influyendo, incluso, en la decisión de realizar un parto en casa o en el hospital.
Es importante tener en cuenta, que va a ser el padre el que apoye, cuide y proteja a la madre que acaba de parir y a su bebé, es decir, a la díada madre-bebé y es importante que pueda expresar y dar espacio a todo lo que ha vivido y a lo que esto le genera emocionalmente para proporcionar esos cuidados y presencia.
A continuación, os transcribo un fragmento de la experiencia de uno de mis clientes, Roger. Al día siguiente de que su pareja diera a luz, me explicaba lo siguiente con su hijo dormidito en sus brazos:
“ Hola Noelia. Estamos muy bien pero ayer sufrimos un poco. Kai nació con una vuelta al cuello de cordón umbilical y no lloraba. La matrona se asustó y se lo quiso llevar a los 10 segundos del piel con piel. Estaba azul y no reaccionaba. Acompañé a Kai y a la matrona a otra sala mientras Gloria acababa con su segundo parto (la placenta). En la otra sala lo reanimaron con los dedos. Buffff. Hizo la primera “vocanada” pero no arrancaba. Yo lo animé como pude. Poco a poco fue reaccionando y recuperando el color de piel. Ahora está todo bien. Aún lo llevo un poco dentro y cuando lo explico, como ahora, lloro. Me alegra poder explicártelo. “
Como veis, esta historia acabó bien y están muy felices junto a su hijo pero es una situación muy dura que, tanto el uno como el otro tendrán que gestionar. Quizás no ahora, quizás dentro de un tiempo, cuando lo sientan pero solo con explicarlo, calma y sana a Roger.
Desde aquí, como siempre, animo a todas las madres y a todos los padres a explicar su relato de parto y a gestionar lo que sienten. No importa si vuestro bebé acaba de nacer o no. Quizás, es la manera de encontrar la solución a un malestar del que no encontramos origen.
Aprovecho para hacer hincapié en la importancia de que, como la madre, el padre esté informado de lo que ocurre en el embarazo, en el parto y posparto. Es importante que sea partícipe de todo el proceso y su realidad. Son diversos los estudios que verifican que el posicionamiento del padre ante la díada madre-bebé puede incluso influir en la lactancia, que su actitud en el parto puede influir en las decisiones de la madre a la hora de parir. Es básico para la madre que la persona que le acompañe mantenga la calma, ofrezca disponibilidad, que sepa cuál es su papel en el parto y que confíe en el bebé, en su pareja y en los profesionales que les acompañan.
NOTA: en este artículo hablo de “el padre” pero es aplicable a todas las parejas (figura paterna) y a las personas que acompañen a la madre en su parto.
