Wow! ¡Llega el Solsticio de verano! Para mí es un momento de inflexión, de renovación para cuerpo y mente. Una nueva mirada. En este artículo me gustaría hablarte de ello pero antes, vamos al origen.
El Origen del solsticio de verano
Pues bien, el solsticio de verano tiene lugar el 21 de junio y marca el inicio de los tres meses más cálidos del año y esto ocurre ya que el Sol alcanza su máxima declinación proyectando su luz sobre la máxima latitud geográfica de la Tierra.
Desde tiempos prehistóricos, el solsticio de verano se celebra de muchas maneras y una de ellas es mediante el fuego. En España celebramos la noche de San Juan que ha adquirido un origen pagano y en la que el rito principal es encender hogueras para darle más fuerza al Sol. El fuego está lleno de simbología y se considera que purifica a las personas que lo contemplan.

Un Ritual de despedida, una nueva mirada
Es en la acción de “quemar” en la que puedes reducir a cenizas lo viejo, lo que no te llena, lo que quieres cambiar, lo que no funciona en ti y despedirte de ello. Para mí es un importante ritual de despedida, necesario para que haya un cambio en lo material, físico, emocional y espiritual.
En esta purificación cambia tu mirada en el tiempo. Deja el pasado para centrarte en el presente y, como mucho, hazle un guiño al futuro. Es en el presente donde puedes actuar, darte cuenta y tomar la responsabilidad de tu vida. En el pasado puedes encontrar la culpa. En el presente y futuro (con la visión de mirar hacia adelante) te vas a encontrar con la responsabilidad del cambio.
He de decirte que para poder “quemar”, “limpiar” y “regenerar” es necesario parar y pensar antes en todo ello y ser muy sincerx con unx mismx. Previamente es importante que puedas encontrar un equilibrio interno por lo que te propongo practicar yoga, meditación o, simplemente, conectar con tu respiración para poder silenciar (te). Puede haber mucho ruido y puede no dejarte pensar con claridad.

¿Y cómo hacer estos rituales?
- Puedes pensar en un listado de temas que quieras cambiar, escribirlos en un papel y tirarlos al fuego.
- Quizás necesitas escribir una carta a ti mismx o a alguien y también puedes tirarla al fuego.
- El agua también cobra gran importancia en esta época del año y es una gran purificadora. Puedes tomar un baño la misma noche de San Juan o simplemente ducharte por las mañanas con conciencia. Es un acto al que no le damos importancia y si cambiamos la forma de hacerlo, es decir, con conciencia, en el aquí-ahora y con atención plena puede ser muy purificante.
- Ponte en contacto con la naturaleza.
- Visualiza lo que quieres cambiar y cómo se produce el cambio.
- Ábrete, sociabiliza. El sol es expansión.
Estos son algunos ejemplos de cosas que puedes hacer. Y recuerda: EL CAMBIO ESTÁ EN TI.
Busca tu equilibrio interno. Sin duda es lo que te llevará al cambio.
Te mando un fuerte abrazo.