¡Estoy embarazada! ¿Y ahora qué?

Si estás embarazada, ¡déjame felicitarte!

Acabas de entrar en un mundo de transformación a muchos niveles. A partir de ahora, van a empezar a cambiar cosas. Y digo que van a empezar a cambiar porque muchos de esos cambios los vas a notar realmente en el posparto, en cuanto tengas a tu bebé en brazos. Yo siempre digo que la maternidad es una crisis que los genera y, en ocasiones supone una sacudida. No te asustes, esto no tiene porqué tener siempre una connotación negativa.

Con cada bebé nace una madre y una nueva mujer y la maternidad siempre va a ser diferente en cada una de ellas. Por lo tanto, consejos los justos que, además verás que ahora todo el mundo sabe sobre maternidad. Y lo que es peor, verás que todo el mundo sabe sobre tu maternidad.

Lo que sí es cierto, es que, por mi propia experiencia como madre, por las madres que he podido acompañar y por toda la bibliografía que hoy tenemos a nuestro alcance hay una serie de elementos que sabemos que son importantes tener en cuenta ya desde el embarazo.

¿Qué tener en cuenta ya desde el embarazo?

Voy a mencionarte alguno de ellos bajo el lema “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”. Y con “mañana” me refiero al posparto. Vamos a ver alguno de ellos:

 

1)    Vas a ser otra mujer: algo importante que tengas claro. Desde el momento en el que nos enteramos de que estamos embarazadas ya somos madres. Tú ya eres madre. Pase lo que pase. Puedas tener o no a tu bebé en brazos en 9 meses, ya eres madre. Si desgraciadamente, no lo puedes tener porque no ha podido continuar, serás una madre en duelo, pero serás madre y, en ambos casos, una mujer diferente. Así, que piensa firmemente en ir despidiendo a la mujer que fuiste, transita tu duelo si lo necesitas, que luego no la busques ni la eches de menos.

 

Profundiza en ti y aprovecha este momento para conocerte, para ver si hay bloqueos o temas pendientes de cerrar que te limiten. Lo vas a necesitar para el parto y posparto.  

Una nueva mujer

2)    Mira con objetividad tu relación de pareja porque va a cambiar: tú vas a cambiar y tu pareja también, o no. Y en el “no cambio” está el problema. La llegada de vuestro/a hija va a traer consigo un cambio de prioridades, de responsabilidades, de sistema familiar y es imprescindible que seáis conscientes. El o la bebé, os va a traer límites, cansancio (sobre todo por falta de sueño) entre otras cosas y hay algo fundamental: va a haber dos protagonistas fusionados que vas a ser tú con tu hijo/a y tu pareja, va a tener que estar súper disponible para proporcionaros lo necesario y cuidaros sin ser el protagonista. Su momento, ya vendrá, un poco más adelante.

Esto, que parece obvio, cuando llega el momento trae muchos problemas en la pareja junto con otros como los cambios en vuestra sexualidad. Por tanto, mucho, mucho diálogo desde ya.

 

3)    Vas a tener que poner límites: como te comentaba un poco más arriba, todo el mundo va a saber sobre cómo tienes que cuidar a tu bebé y cómo criarlo. En especial, puede que tu madre, tu suegra, hermanas, cuñadas, etc. El género masculino no se entromete tanto pero también pueden lanzarse. Después de parir, hay momentos en los que es esencial tu intimidad con el bebé para favorecer la lactancia, para generar vuestro vínculo, también con tu pareja. Desde ya, te invito a que mires hacia adentro y veas cómo estás con este tema porque vas a necesitar tener la capacidad de ponerlos. Y junto a ti y remando en la misma dirección, tu pareja. Si no es así, empezarás a sentirte sola, incomprendida, no escuchada, juzgada y un horroroso, etc.

 

4)    Descubre qué necesitas: en este caso me refiero al parto y a la lactancia. Puede que necesites parir en el medio hospitalario, puede que en casa. “Y cómo puedo saberlo?” te preguntarás. Te doy una pista: cualquier sitio, sistema o acompañamiento que te de seguridad y confianza.

Respecto a la lactancia, no la veas como algo que ya llegará porque luego ya es demasiado tarde. Lactancia materna o artificial la decides tú y estará bien, pero infórmate muy bien sobre las dos antes de decidir. Es algo que marcará tu posparto más inmediato.

 

5)    La maternidad edulcorada e ideal no existe: te han hecho creer que sí, pero no es así. Hoy, madres y bebés, necesitamos que se produzcan cambios políticos y sociales para sentirnos respetados y así la maternidad en general.

Podríamos seguir hablando extensamente de muchos otros puntos, pero, para empezar, yo creo que es suficiente. Si te gusta la info y quieres recibir más, déjame tu correo y te aviso de nuevos artículos y novedades en grupos, talleres, charlas, etc.

Estoy embarazada

Y, recuerda: no esperes que los demás o las cosas cambien. Si tú cambias, todo cambia.

Bienvenida a la maternidad. 

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