Si hay algo que me apasiona es acompañar al sistema familiar y poder analizar qué causas hacen que éste se desestabilice, ver cómo es la vinculación primaria entre hijxs, madres y padres, ir descubriendo cuál es el estilo de apego de cada uno de los componentes del sistema familiar, devolver a los adultos a su infancia para poder ver sus heridas y saber qué es lo que les está limitando hoy en la relación o vínculo con sus hijxs, regenerar esos vínculos y un largo etc.
¿CÓMO TRABAJO EN TERAPIA EN EL SISTEMA FAMILIAR?
Normalmente, madres y padres acuden a terapia ya que hay algo que no funciona. Muchas veces sienten que lo han probado todo, pero se encuentran con actitudes o comportamientos que les es difícil de solucionar y afrontar. En muchas ocasiones esto les lleva a focalizar el problema en su hijx sin darse cuenta de que el problema es de todos.
El acompañamiento es integral y atendiendo a todos los miembros del sistema o familia.
El primer paso es una entrevista con los padres o figuras maternantes para tener información desde la gestación hasta el presente de cada unx de los hijxs, cómo se relacionan los componentes del sistema en el día a día. También es muy importante conocer el presente y pasado de cada uno de los padres y madres ya que me va a dar información sobre su manera de relacionarse, si hablan el lenguaje emocional, cuál es su estilo de apego, en qué momento se encuentra la pareja (lxs niños lo perciben todo), si hay factores estresantes, duelos y/o temas familiares pendientes de solucionar, etc.
Después de esta entrevista puedo detectar si modificando ciertas maneras de proceder de los padres y de acompañar a sus hijxs es suficiente para solucionar el problema o si necesito acompañar también a lxs más pequeñxs en sesión.
Si realizo acompañamiento a lxs niñxs, algo que es muy importante entender es que he de crear un vínculo con ellxs y que conlleva tiempo. Necesito entrar en “su mundo” para ir detectando sus necesidades y para que puedan abrirse en el ámbito emocional y lo hacemos de diferentes maneras en función de su edad y realidad en el presente: juego, dibujo, palabra, aficiones, etc.
Por tanto, algo que les pido a los padres es paciencia ya que, en ocasiones conlleva tiempo. Sobre todo, en el caso de lxs adolescentes.
Esta manera de proceder que os explico es muy general ya que va a depender de las características de la familia, de sus componentes y del problema en particular. Cada sistema familiar es único.
Para mí es importante felicitar a esas madres y padres por poder detectar que hay un problema en su sistema o familia, poner conciencia y que están dispuestos a solucionarlo.
- SE CONSCIENTE DE QUE EL SISTEMA TIENE UN PROBLEMA Y NO SOLO UNO DE SUS COMPONENTES.
En muchas ocasiones veo cómo llegan esas madres y padres muy preocupados por las conductas de sus hijxs pero focalizando en lxs más pequeños el problema. Y de forma inconsciente sienten que él o ella son la causa del desequilibrio familiar y le hacen responsable. De esta forma la responsabilidad se desplaza de los padres a lxs hijxs y ésta es la verdadera causa del desequilibrio.
Nuestrxs hijos son como son y tienen las conductas que tienen por muchos factores y en todos, estamos implicados madres, padres o figuras de referencia.
- REALIZA UN PROCESO DE AUTOCONOCIMIENTO O TRABAJO PERSONAL.
La relación con nuestrxs hijxs tiene su origen en el vínculo primario. Es decir, el que se establece con ellxs desde la gestación.
La forma de vincularnos con ellos va a depender de nosotrxs y de cómo nuestros padres o figuras maternantes establecieron ese vínculo primario que posteriormente daría lugar a nuestro estilo de apego. Hemos de saber que nuestro estilo de apego o manera de relacionarnos, en este caso con nuestrxs hijxs, va a ser determinante y transmisible y que si es de tipo inseguro y no se hace un trabajo personal desde el adulto en terapia va a ser imposible cambiarlo por el simple hecho de que no somos conscientes de ello. Y si no somos conscientes, no va a poder haber cambio.
¿Y qué ocurre si no hay cambio en el adulto? Pues que nuestrxs hijxs van a “heredar” nuestro estilo de apego y nuestras heridas de la infancia. Y no les podemos pedir a nuestrxs hijxs que tengan “conductas adecuadas” si es lo que están recibiendo en su día a día. Los niñxs hacen y aprenden lo que ven, lo que perciben en casa desde sus figuras de referencia.
- ENTIENDE QUE TUS HIJXS NO NACEN SIENDO UN LIBRO EN BLANCO.
Esta “herencia” existe y hay una parte de herencia genética, una parte de herencia transgeneracional (transmitida de generación en generación) y la que les transmitimos a través de nuestras respuestas y actitudes en todos los ámbitos en el día a día. No solo transmitimos actitudes sino también estructura, valores, creencias limitantes, etc.
- HAS DE SABER QUE TUS HIJXS SON TUS MAESTRXS.
En muchas ocasiones, lo que nos muestran nuestros hijxs es un fiel reflejo de lo que hemos de trabajar, de nuestras heridas y eso duele. Y es ahí cuando se muestra la ira, el enfado, la tristeza, la impotencia, etc. Quiero transmitirte algo importante: si duele, si re-accionas en lugar de dar una respuesta, ahí es. Ahí está la herida que tienes que trabajar.
- EL ADULTO O ADULTA ERES TÚ.
Es habitual que les pidamos a nuestrxs hijos conductas, respuestas y comportamientos que no pueden ejecutar. En primer lugar, porque en muchas ocasiones no tenemos ni idea de lo que les ocurre en la etapa por la que están transitando ni lo que ocurre en su cerebro. Como consecuencia esperamos de ellos actitudes, respuestas y comportamientos que no pueden realizar o ejecutar. En tercer lugar, porque no nos acordamos de que los adultos somos nosotros y como madres y padres o figuras de referencia hemos de ser conscientes de que somos nosotros los que hemos de cumplir sus necesidades y no ellxs las nuestras. Y digo necesidades, no deseos. Los niños y adolescentes tienen una serie de necesidades (físicas, emocionales, cognitivas y sociales) que han de ser satisfechas por sus madres y padres. En el momento en el que esperamos que ellos cumplan las nuestras (de forma inconsciente) se produce un desorden sistémico que puede ser una de las razones por las que haya problemas en el sistema.
- NECESITAS HABLAR Y ENTENDER EL LENGUAJE EMOCIONAL.
Los niños y adolescentes hablan lenguaje emocional. Su cerebro aún no está desarrollado para racionalizar por lo que es imprescindible que hables el idioma de las emociones. El problema es que si no lo utilizas (porque no te lo enseñaron) no os vais a entender.
- HAS DE SEPARARTE DE TUS EMOCIONES.
Por ser niñxs y adolescentes, están aprendiendo a relacionarse, a gestionar y reconocer sus emociones. Lo que nos pasa en muchas ocasiones es que nos “enganchamos” a su reacción y emoción lo que provoca una re-acción en nosotros. Es muy importante saber y entender que hemos de separarnos para poder ver que detrás de eso hay una necesidad no satisfecha. Hemos de aprender a leer entre líneas y a leer sus demandas indirectas.
- ACEPTA A TU HIJX TAL Y COMO ES.
Déjale ser. No pongas en él o ella tus miedos, tu mochila emocional, exigencias, ilusiones, etc. Demuéstrale que lo quieres siempre.
- HACES LO QUE PUEDES Y TIENES LA RESPONSABILIDAD.
Has de tener claro que en tu maternidad y en tu paternidad haces lo que puedes ya que estás influenciadx por tu “mochila emocional”, el estrés del día a día, etc. Lo que ocurre es que, como nosotrxs somos los adultos, si hay un problema hemos de adquirir la responsabilidad de solucionarlo. Siempre digo que la maternidad y la paternidad en un mundo consciente como es la crianza consciente son una fuente de culpa. El trabajo es mirar hacia adelante y cambiar esa culpa por responsabilidad.
