Abro melón. Lo sé. Es un tema recurrente en las sesiones individuales de terapia Gestalt con mujeres en pareja y con hijos.
Parece que cada vez estamos más cerca de eso que tanto ansiamos y deseamos: formar un sistema familiar que sea como un equipo, donde cada uno pueda estar en su lugar y adquirir la responsabilidad de estar presente y colaborando con el otro/a.
Tiempos de cambio: reflexiones sobre la corresponsabilidad en las tareas diarias y el peso de las obligaciones de las mujeres
Como digo, hay cosas que están cambiando y hay parejas que ya funcionan desde la corresponsabilidad, pero hay muchos otros casos en los que el peso de los miles de quehaceres del día a día los lleva la mujer. Me refiero a las obligaciones que se nos presentan en el día a día como trabajar, ir a hacer la compra, llevar y recoger a los peques del cole y extraescolares, hacer la cena, duchas, coger cita e ir a las visitas médicas, atender a los miles de correos que te llegan del cole para hacer cosas extras (dile carnaval, dile el proyecto de no sé qué…), pagar facturas, estar pendiente de trámites, saber dónde nos vamos de vacaciones, sacar al perro (incluyo todo tipo de mascotas y sus necesidades) y compra su comida, si es que no tiene visita en el veterinario y/o algún tema por el que se le tenga que hacer seguimiento, seguir los grupos de whatsapp del grupo de clase y los derivados de éste, los cumpleaños, familias políticas y voy a poner un etc. muy largo, ya que cada una sabe lo que tiene en casa.
Hasta este punto, sólo hemos hablado de la corresponsabilidad más práctica.
¡Pero es que aún no hemos hablado de la emocional! Sí, esa que tiene que ver con la maternidad, la paternidad y la crianza. Esa corresponsabilidad es la más importante al final de todo para unos y al principio para otros. Y, sobre todo, es de ésta de la que te quiero hablar en este artículo.
Mira, en esto de la corresponsabilidad hay mucho de trabajo personal y de conciencia por cada uno de los componentes de la pareja y en la pareja en sí misma. ¿Cuál es el problema con el que me encuentro en terapia? Pues que sólo veo a uno de los componentes. La que se ha encargado de su responsabilidad. La que ha decidido decir “ya no puedo más”, “basta ya”, “estoy reventada”, “yo me ocupo de todo”, “me siento sola”, etc.
El impacto de las relaciones cuando la crianza se convierte en responsabilidad exclusiva de la madre
Es muy común oír “mientras no teníamos hijos, todo iba bien. El problema fue cuando nació mi hija o mi hijo. Ahí empezó a desentenderse. Ahí empezaron los problemas. Yo me tengo que ocupar de todo y como mis hijos solo quieren estar con mamá…”.
¿De verdad el problema empieza cuando tenemos hijos? Desde mi punto de vista no es así. La persona con la que has decidido compartir tu vida, ya tiene unas características propias, una manera de relacionarse en pareja y con el resto (es decir, un estilo de apego). Ya tienen unas estructuras, valores y creencias ancladas en lo más profundo de su ser, que sólo han enseñado la patita y que se van a acentuar en la crianza. Y gran parte del problema es la parte emocional.
Esa persona con la que has decidido compartir tu vida, la maternidad y la paternidad NO VA A CAMBIAR en la crianza por ser madre o padre. No pienses ni por un momento que lo va a hacer y lo vas a conseguir, porque pierdes el tiempo. Lo que sí que puedes hacer es cambiar tu mirada, cambiar tú y así cambiarán las cosas. Cambiarán… Poco a poco y, quizás, no de la manera que tú deseas ni habías pensado.
Pensamos que todos sabemos ser madres y padres, y no es así. Pensamos que generaciones y generaciones lo han hecho y ahí está la clave. En poder ser conscientes de que podemos cambiar todas esas cosas que se han transmitido de generación en generación y que han hecho daño. Es un gran trabajo el que tenemos pendiente.
Responsabilidad emocional en la crianza: reconociendo nuestras propias heridas para fortalecer las relaciones familiares
A los conceptos madre y padre van unidos dos conceptos clave: uno es RESPONSABILIDAD y el otro es CONCIENCIA.
Somos RESPONSABLES de la crianza de nuestros hijos, de aquello que han de adquirir a nivel emocional y conductual, y que no pueden hacer por sí mismos ya que su cerebro no está preparado para hacerlo. Somos RESPONSABLES de nosotros mismos y de poner CONCIENCIA (y consciencia) en mis dificultades emocionales, en la relación con mis hijos y con mi pareja.
Hemos de tener claro que NO SOMOS ADULTOS EMOCIONALES. Aún estamos tirando de la bata de mamá y de papá, y mirando hacia arriba para que nos hagan caso y para otras muchas cosas más. Esas son las heridas que tenemos presentes aún desde nuestra infancia. Y como ya no vivimos con nuestros padres, lo que va a ocurrir es que se lo vamos a pedir a nuestras parejas y, lo peor, a nuestros hijos.
Estructuras del sistema familiar en el que viví, maneras de comportarse de papá, de mamá o de las personas que nos cuidaron, límites, normas, valores, creencias limitantes, patrones, etc. Van a salir y se van a repetir de nuevo en nuestro sistema familiar, y esto puede afectar a la corresponsabilidad.
Hemos de recordar que venimos y vivimos en un sistema patriarcal, donde la corresponsabilidad en casa y en la crianza no era ni es el primer plato. Tenemos muy normalizadas aún muchas conductas, muchos roles del cuidado y quién los hace, y está en nuestra mano cambiarlo.
El trabajo personal, pensar lo que quiere decir madre y padre y la corresponsabilidad deberían trabajarse antes de ser padres. Nos lanzamos a ello pensando que ya llegará el momento, que si otros lo han hecho yo también lo puedo hacer, que yo no he salido tan mal con la educación que me han dado, que eso de las heridas de la infancia es una tontería, que yo soy así y no voy a cambiar. ¿Qué voy a hacer si él o ella es así…?
Fomentando la responsabilidad desde el principio: reflexiones sobre los roles parentales y el trabajo en equipo
Parece que, como el o la bebé solo quiere estar con mamá y luego hay mamitis (hay un post en el que te explico qué pienso de esto), no pinto nada. Es importante saber que en los primeros meses y años de la vida de nuestros hijos, cada uno de nosotros tiene su rol por la etapa evolutiva que le toca al bebé y por lo que significa sistémicamente y es importante saberlo y conocerlo igual que te informas sobre pañales, lactancia, cacas y sueño.
Cuando son más mayores nuestro objetivo estaría muy bien que fuera trabajar en equipo. Y trabajar en equipo no quiere decir 50-50% o sí. Hay momentos en los que uno puede dar más que la otra y está bien. Y en otros momentos será al revés. ¡Y está bien!
Si eres quien soporta todo el peso de la crianza, me gustaría decirte algo: quiérete, trabaja tus heridas, priorízate, pon límites sin miedo, escucha y mira cómo te tratas y cómo permites que las cosas sean, ocurran. No es egoísta. Ese amor que te regales a ti lo vas a transmitir, seguro. No te resignes ante nadie.
"Construyendo un futuro desde la crianza". Un mensaje de empoderamiento desde el Centro de Noelia Ballestero | Espacio Cuerpo y Mente
¿A dónde quiero llegar con todo esto? Pues que, nosotros, hombres y mujeres somos responsables de cambiar todo esto y podemos empezar desde ya en la crianza de nuestros hijos. Son éstos los que el día de mañana van a estar en el mismo lugar que nosotros como madres, padres. Y como parejas van a hacer lo que han aprendido de nosotros (con un poco de suerte se van a revelar si es necesario ante lo que vieron en su infancia) en casa. Son ellos los que el día de mañana van a poner encima de la mesa las creencias, valores y estructuras que hoy les hemos enseñado.
Hoy quiero hacer un llamamiento desde aquí a esos hombres que les han inculcado que la parte emocional no importa, que no les pasa nunca nada, que no quieren conflictos, que ven que lo que dice su pareja es una tontería, que sienten que con trabajar es suficiente, que se ponen “de culo” en un proceso de divorcio. Me gustaría decirte “ponte las pilas”.
Y mencionar que algunas de las cuestiones que he expuesto en este artículo no tienen género. Trabájate para estar en pareja y ser madre o padre o hacer los dos roles.
Me gustaría transmitirte que te mando todo mi apoyo y que no te resignes. Y si necesitas empoderarte, tienes abiertas las puertas del centro Noelia Ballestero | Espacio cuerpo y mente.
Y, como siempre, te mando un súper abrazo.
