La llegada de un nuevo bebé hace que se produzcan cambios en el sistema familiar. Las piezas del puzle se modifican y, poco a poco, han de volver a encajar. Siempre decimos que con la llegada de un bebé o una bebé nace una nueva madre, un padre y en este caso un hermano o hermana que va a recibir al nuevo miembro familiar.
En estos momentos es muy importante poder leer lo que necesita el hermano o la hermana mayor en función de su edad teniendo en cuenta que hay un/a bebé que necesita atención plena de mamá. Nunca podemos olvidar que ese niño o niña que ahora se ha convertido en hermano o hermana mayor sigue teniendo unas necesidades, que se encuentra en una determinada etapa evolutiva y que sigue necesitando mucha presencia. Una presencia que puede ser diferente pero que ha de estar.
En el caso en que el o la “mayor” esté transitando por una edad temprana (año y medio o dos años) hemos de tener muy presente que aun está muy unido a la figura materna. Es a partir de esta etapa cuando empieza a distanciarse de mamá y la figura paterna, materna o de referencia cobra gran importancia para abrirse al mundo, pero necesitando mucho aun a mamá.
Desde el principio pueden reaccionar de formas muy distintas en función de las emociones que aparezcan. Recuerda: son muy válidas y las hemos de sostener.
Todo lo que podemos hacer para acompañarles no empieza cuando el o la bebé llega a casa sino ya desde el embarazo. ¡Vamos a verlo!
Embarazo
- De entrada, una decisión importante es cuándo darle la noticia. Hay madres y padres que prefieren esperar a que el embarazo evolucione por si algo ocurre como es una pérdida gestacional. Bajo mi punto de vista va a depender mucho de la etapa por la que transita ese niño o niña y lo preparados que estemos para sostener ese duelo en los más pequeños.
- Es importante la creación de un VÍNCULO, que le pueda hablar, notar cómo se mueve e incluirlo en el sistema. Ya forma parte, no hemos de esperar a que nazca.
- Hacerle partícipe (en la medida en la que se pueda) de los cambios en casa si es que ha de haberlos y hacerlo con antelación a la llegada del o la bebé.
- Reforzar el vínculo con la pareja sin mamá. Cuando llegue el o la bebé, la figura materna va a tener que dedicarse a él o ella lo que sí o sí va a provocar demandas por parte del o la “mayor”. Así que es importante que la pareja esté muy presente ya desde el embarazo. Al igual que cualquier otra figura que vaya a ser su referencia. Los niños necesitan tiempo para establecer vínculos. Y más en situaciones especiales.
Parto
- Es muy importante para los peques que todo esté muy bien organizado y que les podamos explicar con antelación y el mismo día lo que va a ocurrir (más o menos) en el momento en el que tengas que ir al hospital. La parte logística es muy importante tanto para la madre como para los peques ya que da mucha seguridad. Es un momento muy importante: mamá y papá no van a estar y además la próxima vez que los vea será con su hermanito/a. Pueden aparecer muchas emociones y muchas, producto del miedo a lo desconocido y la incertidumbre. Aprovecho para recordar que el miedo y las emociones en los niños (también en los adultos) se disfrazan de muchas maneras. Lee entre líneas y presta atención a las demandas indirectas.
- Hoy hay muchos más partos en casa. Es maravilloso poder transitar ese momento con los más pequeños y que formen parte de un momento tan poderoso para la madre y para el sistema familiar: dar paso a la vida. Esta experiencia les va a ayudar a entender muchas cosas, los hace partícipes, se sienten incluidos en algo que para todos es muy valioso.
Posparto
- Es un momento, como ya sabemos, muy vulnerable para la madre. Una nueva vida está al otro lado de la piel. Es importante que les expliquemos (las veces que haga falta) lo que implica el nacimiento del nuevo o la nueva bebé: mamá ha de estar muy atenta a él o ella ya que necesita unos cuidados especiales. De igual forma, ellos han de seguir sintiendo que mamá esta ahí para ellos en el momento que pueda y es por este motivo que la figura paterna, materna o de referencia ha de estar muy presente para él o ella: el mayor. Dedica ratitos a solas para poder dar esa presencia.
- Atención a las visitas en el posparto: siempre es necesario limitarlas y estar muy atentos a las necesidades de la madre y, en este caso, más aún. Son momentos de intimidad necesarios para el núcleo familiar y es necesario respetarlo. Todo se está recolocando. Demos tiempo y apoyo.
Por otro lado, la atención se desplaza hacia el o la bebé y es un momento susceptible de que el o la peque se sienta desplazado/a o no tan importante como antes. Pongamos atención en él o ella que también es muy importante.
- Es momento de sostener emociones: no le digas a tu hijo o hija cómo se tiene que sentir. Lo que esperamos es que se le dibujen dos corazones en los ojos cuando ve a su hermano o hermana pero eso es lo que sentimos y queremos nosotros y nosotras. Quizás está transitando por una movida de emociones que necesita exteriorizar y lo estamos limitando. Es momento de sostener lo que surja y estar muy atentos a su conducta. Siempre desde el respeto, la presencia, la comprensión y la empatía.
- Incluye al peque o a la peque en los cuidados del bebé o la bebé: puede surgir la tendencia a “apartarles” de los cuidados del más pequeño/a. Quizás es más tiempo, pero enséñales a poder participar en cosas que ellos puedan a hacer en función de su edad. Pueden realizar acciones en las que tengamos que intervenir como movimientos bruscos, que los balanceen con energía, que los quieran coger, etc. Necesitan entender y aprender cómo cuidarles.
Quizás esa actuación viene dada como re-acción a una emoción. Calma. Mira qué puede estar ocurriendo detrás de eso, sostén y valida esa emoción y actúa (no re-acciones) ante lo que ha ocurrido. Apartarle solo va ayudar a que aparezcan o se incrementen los celos y que se sientan excluidos y excluidas.
- Mamá, te necesita: el o la peque, siguen siendo pequeños y siguen necesitando a mamá. Es importante buscar momentos de calidad de la madre (con presencia, responsibidad y sintonización) con ellos a solas en la medida que se pueda. Muchas veces confundimos los celos con una añoranza de la madre. Siente que no está tan cerca y que se aleja y puede incluso sentir abandono o que ya no le va a querer igual nunca más. No hay tanta energía y/o agresividad como en los celos contra el o la bebé ni contra los padres. Incluso pueden aparecer retrocesos en sus conductas o hábitos. Es importante estar atentos a esto porque puede ser muy sutil.
- Apoyo a la madre y al o la bebé: mientras mejor estén y se sientan, mucho mejor va a ir todo. ¿Recuerdas lo que necesita una madre recién parida? Pues ahora es lo mismo y con otro hijo o hija que también necesita mucho. No le fuerces a ser “el o la mayor”, cuidado con las responsabilidades que no les pertocan. Ahora, la figura del padre, pareja y entorno (que venga a arrimar el hombro) es fundamental para la díada madre-bebé.
- Como siempre… dialoga, explícale lo que necesite aunque sea pequeña o pequeño. Recuerda que lo perciben TODO.
- Como siempre… HACES LO QUE PUEDES.
Podemos hablar de muchas cosas más pero creo que estos son los tips imprescindibles para empezar a caminar en el nuevo sistema familiar. Evidentemente pueden haber más hijos o hijas y la base es la misma para cada uno o cada una de ellos.
Como siempre es imprescindible mirar a través de los ojos de las niñas y niños para poder saber qué necesitan.
Por último piensa que si la maternidad y la paternidad es transformadora, recibir a un nuevo hermano o hermana también. Y cómo lo llevemos nosotras y nosotros como padres y pareja va a ser esencial para ayudarles y acompañarles a establecer su vínculo y relación.
Por último piensa que si la maternidad y la paternidad es transformadora, recibir a un nuevo hermano o hermana también. Y cómo lo llevemos nosotras y nosotros como padres y pareja va a ser esencial para ayudarles y acompañarles a establecer su vínculo y relación.
Te mando un fuerte abrazo.
