“Un niño herido en su integridad no deja de
amar a sus padres, deja de amarse a sí mismo”
Jesper Jull
¿Cómo te llevas contigo misma?
Esta pregunta la hago siempre en mis sesiones de terapia ya que me brinda mucha información de la persona que tengo delante.
En las charlas que doy sobre vínculo y estilos de apego (manera que tenemos de relacionarnos), siempre empiezo hablando de la relación que tenemos con los demás, es decir, con los amigos, hermanos y personas que tenemos en nuestro entorno y dejo la relación más importante para el final: la relación con una misma.
Es la base de lo que somos hoy, en el presente.
Como te decía al inicio, la relación que tenemos con nosotras mismas nos da mucha información ya que la manera de hablarnos, de tratarnos, de vernos, de exigirnos, de reconocer lo que hacemos, de reconocer lo que necesitamos y lo que no, de poner límites, etc. Va a hablarnos de nuestras heridas de la infancia, de nuestro vínculo primario, de cómo nos hablaron y trataron, de lo que veíamos en casa de las figuras de mamá y papá, y de cómo nos han acompañado en nuestras malas experiencias o traumas.
Todo esto, puede ser la respuesta a la soledad que sientes hoy.
Es decir, la relación que hoy tienes contigo misma no la has construido tú sola, sinó que la has construido en base a lo vivido y recibido desde que eras un bebé a través de mamá, papá y/o tus figuras de referencia. Has construido esta relación y cómo te ves a ti misma a través de lo que te decían, de cómo reconocían tus necesidades, del nivel de presencia que te proporcionaban tus padres, de reconocimiento, de validación, de protección (o sobreprotección), de autonomía, seguridad y confianza que te proporcionaron hasta tu adolescencia.
A través de todo esto, se ha forjado tu autoestima, confianza y seguridad. Y tienes más o menos “herramientas emocionales”.
Lo importante en el presente es que puedas darte cuenta de todo esto y de que, de esa infancia y esa adolescencia, ha quedado una niña y una adolescente en tu interior de la que ya no se han de ocupar tus padres, sino tú. Tus padres ya hicieron lo que tenían que hacer. Lo hicieron lo mejor que pudieron con las herramientas que tenían y lo que sabían de ser madre y padre, en aquellos momentos.
Hoy es necesario que seas muy consciente de que eres tú la que te tienes que ocupar de tus heridas y de esa niña y esa adolescente, para poder autorregularte emocionalmente, para poder tratarte bien, para saber y reconocer qué necesitas, para validarte, darte reconocimiento, creer en ti, darte seguridad y confianza, empoderarte, mirarte al espejo y decirte cuánto te quieres, priorizarte y un largo etc.
En terapia Gestalt, ocuparnos de esa niña, de esa adolescente interior y de sus necesidades le llamamos automaternaje. En terapia vamos a verla, la escuchamos, vemos cuál es el origen de sus heridas para poner conciencia y la responsabilidad de ocuparnos de ellas para ser “adultas emocionales”. Abrazamos a esa niña y le damos lo que le faltó.
¿Qué puedes hacer para tratarte y hablarte bien?
A continuación, te dejo algunos tips para que puedas aplicar en tu día a día:
- Terapia individual: es la única manera de tomar conciencia y responsabilidad de ti misma, y ver a tu niña y a tu adolescente. Es la única manera de cambiar estilos de apego y reestablecer vínculos.
- Visualiza a tu niña interior: dile que estás ahí para ella y que ahora te ocupas tú de ella. Recuérdale cuánto la quieres. Igual a tu adolescente. Abrázala.
- Háblate bien y con respeto: como siempre recomendamos, háblate como si le hablases a una amiga o a alguien a la que le tienes mucho aprecio.
- Cuando te levantes por la mañana y estés delante del espejo, sonríe: dile cosas bonitas a esa mujer maravillosa que tienes delante.
- Perdónate: seguro que has metido la pata hasta el fondo en muchas ocasiones. Eres humana. Trabaja en ello.
- Reconoce tus necesidades y ponte límites: respétate a ti misma. Es la manera de que los demás te respeten y, si no lo hacen, saber cómo gestionarlo.
- Pon atención a cómo está tu autoestima y tu confianza en ti: problemas como el “Síndrome de la impostora” tienen su origen en la relación con una misma y las heridas emocionales.
- Reconoce todo lo que consigues y agradécete lo que necesites.
- Medita: mira hacia adentro sin miedo, sin juicio.
Estos son algunos consejos que puedes utilizar para automaternarte y mejorar la relación contigo misma. Hay infinitos, en función de lo que necesite cada mujer.
Me gustaría dedicar esta última parte a ti, que eres madre. Todo esto que acabas de leer es imprescindible que lo tengamos en cuenta, a la hora de acompañar a nuestros hijos en la crianza. Es nuestra responsabilidad (hasta la adolescencia) acompañarles siendo lo más conscientes posible de que, cómo les hablemos y tratemos, es cómo lo van a hacer de adultos.
Hoy somos los responsables, nos guste o no, de lo que les enseñamos y transmitimos. Es por eso que te animo a ser consciente y, si la crianza se hace muy cuesta arriba o en algún momento se te escapa de las manos, date la oportunidad de buscar ayuda tanto para tu autorregulación emocional como la del sistema familiar y cada componente de éste.
En nuestro centro de Terapia Gestalt en Barcelona te acompañamos en tu camino como mujer, en tu maternidad y en la crianza de forma integral a través de la mente, las emociones y el cuerpo. Y con mucha información para proporcionarte herramientas. Ya sea a través de terapia individual o a través de nuestro grupo terapéutico de crecimiento personal, siempre guiado por Noelia Ballestero.
Estoy disponible para responder a tus preguntas.
Te mando un fuerte abrazo.
